“LA CAPILLA” Y “YANAMAYO” SON ESCUELAS DE CRIMINALES
El Penal de la “Capilla” (Juliaca), está clasificado como Establecimiento Penal de Régimen Cerrado Ordinario y para la clasificación de los internos el Órgano Técnico de Tratamiento, no efectúa considerando la distinción entre los internos como procesados, sentenciados, especiales, menores de 21 años, mayores de 60 años, drogadictos, toxicómanos, extranjeros, fácilmente readaptables o no, pues el tratamiento debe ser distinto para cada uno, todos se encuentran interrelacionados y dedicados al ocio.Existen cuatro pabellones: “A”, 162 internos (Pabellón de Reincidentes); “B”, 25 internos (Pabellón de Régimen Cerrado Especial); “C”, 327 internos (Primarios); “D”, 52 internos (Pabellón de Reincidentes de otros penales) en el pabellón C, existe una sobrepoblación y hacinamiento en cada celda de 3 x 4 m, para 6 internos, donde conviven 10 internos.En el área de trabajo, no existen equipos ni maquinarias para la capacitación de los internos, pero, paradójicamente todos los internos redimen pena por trabajo, no realizan un trabajo efectivo, sino pagan un derecho y se acogen a este beneficio, los pocos que trabajan se ven obstaculizados con el trámite y la corrupción administrativa, además, que no tienen mercado para colocar sus productos. Campo de concentración y escuela de criminalesLa Educación que se brinda es de conocimientos básico común, incluso el Centro Técnico de Educación Ocupacional, no tiene equipos para enseñar los cursos técnicos que ofrece, el personal no está capacitado.Al no cumplirse la clasificación de los internos conforme el Art. 46 del Reglamento del Código de Ejecución Penal, las cárceles se han convertido en depósitos humanos, campos de concentración y escuelas del crimen; el estado y la sociedad los condenamos a una vida marginal, lo que explica que muchos delitos se cometen desde la cárcel, por ex reclusos.No hay taller de producciónEl 95% de los internos se dedican al ocio y a conectarse con redes criminales, por falta de talleres de producción; entonces al salir del penal, el 50% de los internos reinciden y de estos reincidentes el 90% no recibió tratamiento penitenciario por educación.El estado destina por interno, un bono de racionamiento de S/. 3.70 soles por día, además realiza gastos en asistencia alimentaría, educativa, salud, gastos administrativos, material humano y otros.En el último quinquenio, 80 mil personas han egresado de los penales y, el año pasado lo hicieron 18 mil más, en circunstancias en que la mayoría de ellas no han sido rehabilitadas, por las deplorables condiciones en que se encuentran los centros carcelarios. Sin duda, este es un factor que contribuye notablemente al crecimiento de la escalada delictiva, afectando con ello la seguridad ciudadana. Cuando se trata de este tema, sin embargo, las demanda colectivas se limitan a reclamar más policías y serenos municipales, o que el Poder Judicial sea más expeditivo, porque el 70% de los reos se encuentran en condición de inculpados. Empero, salta a la garrocha un aspecto determinante, para hacer retroceder al delito y garantizar nuestra seguridad, abordar la desastrosa situación de las cárceles, que se han constituido en verdaderos depósitos humanos, campos de concentración y escuelas del delito.No hay rehabilitación, sino adiestramiento delictivoPor esta razón, la mayoría de la población carcelaria no es rehabilitada, queda más bien conectada con redes criminales; desde allí se organizan los secuestros y los operativos los ejecutan ex reclusos. Como en ninguna parte del mundo, nuestra población carcelaria supera los 34 mil internos, pero la capacidad de albergue es para 20 mil personas. Lurigancho es el caso más emblemático, porque solo tiene capacidad para un máximo de dos mil internos, pero alberga a 8,355; es decir, tiene una sobrepoblación de 315% que supervive en inhumanas condiciones de hacinamiento y con grave riesgo a su salud. Las estadísticas demuestran que el porcentaje de tuberculosis es 10 veces mayor que en Lima y de SIDA 7 veces. Es más las estadísticas advierten que, el 80% de las instalaciones de agua, luz y desagüe de los penales están en regular o mal estado; el 80% de la infraestructura está en pésimas condiciones y el 90% de los pabellones prácticamente son destruidos. Los reclusos no son rehabilitados, son vejados, maltratados y vulnerados en sus derechos humanos. Y cuando obtienen su libertad, no encuentran trabajo por su condición de prontuariados, lo que implica que el 50% de ellos reincidan en los delitos. En otras palabras, el Estado y la Sociedad los condena de por vida a la marginalidad social y al hacerlo impulsa el crecimiento de la delincuencia. Ola delincuencial propicia el mismo EstadoConstruir nuevos penales, rehabilitar a los reclusos a través de la educación y el trabajo, tratarlos con respeto y dignidad, ofrecerles nuevas oportunidades en la vida, debe ser una obligación humana del Estado y, garantía para reducir los índices de reincidencia, lo que a su vez redundaría en la seguridad ciudadana.En el Penal “La Capilla” (Juliaca) y “Yanamayo” (Puno), no se pueden observar condiciones que favorezcan a los internos para una efectiva reincorporación a la sociedad, las personas no duermen cómodamente, las condiciones físicas del penal son precarias, en el cual se puede apreciar a simple vista las condiciones de insalubridad y de inseguridad. Hacinamiento, insalubridad e inseguridadNo se puede decir que el Penal de “La Capilla” y “Yanamayo, como la mayoría de Centros Penales de nuestro País, no son unos verdaderos centros de tratamiento, para que los internos dejen sus malos hábitos y aprendan buenos ejemplos, no existen los suficientes talleres, la asistencia médica deja mucho que desear; el problema es serio y grave, el Estado no está tomando las medidas necesarias para solventar todas las deficiencias que sufren los internos del Penal “La Capilla” y “Yanamayo”. Entonces, debemos partir de una de las garantías penales de la Constitución Política del Perú Art. 139° inc. 21°, “El derecho de los reclusos y sentenciados de ocupar establecimiento adecuado”. Inc. 22° “El principio de que el régimen penitenciario tiene por objeto la reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad”.Se debe tener en cuenta que, nuestra Constitución Política, sigue una tendencia humanista y resocializadora que debe orientar a la normatividad ejecutiva penal, en tal sentido, la “garantía constitucional penitenciaria” es un principio que orienta la forma de ejecución de las penas, en condiciones convenientes, no en un ambiente malsano y atentatorio contra la salud y el modo de vida humano, con la finalidad de resocializar al interno.
PROPUESTA DE LEY
El Dr. Javier Caracela Borda, entendido en derecho penitenciario, sostiene que en vez de recudir la delincuencia, se multiplican los cabecillas que son precisamente ex reos y dada la restricción de sus derechos, captan nuevos peones delincuenciales y, éstos al salir de los penales, cumplida la pena, egresan también como jefes de bandas. Plantea como vía de solución, las siguientes propuestas, que bien pueden servir para elaborar una Propuesta de Ley, si algún congresista se interesara. 1. Todos los penales deberán obligatoriamente industrializarse como “Empresas Técnicos Productivas”, donde los internos deben trabajar y solventar todos los gastos de su estadía en el penal, asumiendo los gastos de su alimentación y todos los servicios que reciba –nada gratis.2. El establecimiento penal, designara un órgano que controle el cumplimiento del pago de las remuneraciones y beneficios sociales, el mismo que deberá tener la siguiente distribución: 20% para su Familia, 20% para la Reparación Civil, 40% para Gastos Personales del Interno y 20% como Capital, monto que se abonará a una cuenta personal del interno en una entidad financiera, el mismo que lo utilizará en libertad.3. Todos los internos deberán obligatoriamente recibir capacitación técnica y trabajar recibiendo en reciprocidad una remuneración equitativa de acuerdo a ley y el derecho a todos los beneficios sociales similares al trabajo en libertad.4. Suspender paulatinamente hasta recortar el monto de racionamiento y/o socorro otorgado a los internos de los penales del país, en cuanto estas ingresen al proceso de industrialización. 5. Todo el presupuesto actualmente destinado a los penales paulatinamente serán destinados para otorgar becas de estudios a los mejores alumnos que no cuenten con condiciones económicas y/o crear Centros de Capacitación Especializados para Discapacitados, quemados, alcohólicos y la defensa del medio ambiente.6. Se deberá prestar especial atención al tratamiento educativo. El trabajo socialmente útil, la capacitación técnica en oficios, la educación cívica y patriótica. La realización de actividades artísticas, culturales y recreativas dirigidas a modificar hábitos de conducta, el respeto a las leyes y a preparar a los sancionados para la reincorporación a la sociedad.7. Se Implementará el Programa de “Educación para Todos” con programa audiovisuales, empleo de técnicas de video, circuitos cerrados de televisión, materiales didácticos complementarios, asesorados por profesores del Ministerio de Educación insertados en los Centros Penitenciarios y con la activa participación de monitores internos seleccionados y preparados.8. Paralelamente a este programa, se continuarán desarrollando en coordinación con el Ministerio de Educación y otros organismos de la Administración del Estado la Educación Gratuita brindándoles capacitación técnica empresarial en oficios de acuerdo a la zona geográfica donde se encuentra ubicado en Penal.9. Las actividades deportivas y culturales constituyen otra de las formas que desarrollarán, atendiendo al efecto positivo que causan en la disciplina, estado de ánimo y en la formación de valores positivos y su influencia en la salud de la población del Penal. Se organizaran eventos deportivos provinciales, regionales y nacionales.
10. PROHIBICION. Esta prohibido acogerse a los beneficios penitenciarios de educación y trabajo si no cumplen real y efectivamente dichas acciones, bajo sanción de apertura de investigación del funcionario que incumpla.